lunes, 20 de mayo de 2013

Clonar para curar

 Las células-madre son células que tienen la capacidad de diferenciarse y originar células de la sangre y del sistema inmunológico así como también dar origen a células de diferentes tejidos y  órganos como las células del sistema nervioso, del páncreas, hígado, corazón, vasos sanguíneos, hueso, cartílago, tejido adiposo y otros tipos celulares. Se espera que en un futuro cercano las células madres se utilicen para reparar daños cerebrales (derrames), lesiones de médula espinal, generar nuevos vasos sanguíneos y tratar enfermedades crónicas devastadoras para la sociedad como lo son el Alzheimer, el Parkinson , la Diabetes, enfermedades hepáticas y distrofia muscular.
 El avance en las investigaciones sobre células madre está ampliando el campo del conocimiento acerca de cómo un organismo se desarrolla desde una simple célula, hasta de qué modo células sanas reemplazan a células dañadas. Esta prometedora área de la ciencia está impulsando a los científicos a investigar las posibilidades de aplicar terapias celulares para tratar enfermedades, las cuales son referidas como medicina reparativa o medicina regenerativa.
 Las células madre tienen dos características importantes que las distinguen de otros tipos de células. La primera de ellas es que son células no especializadas que se renuevan ilimitadamente. La segunda es que bajo ciertas condiciones fisiológicas o experimentales, se las puede inducir a que se conviertan en células con funciones especiales tales como células musculares cardíacas o células de páncreas que produzcan insulina. Este tipo de celulas las podemos clasficar en células madre embrionarias y células madre adultas, que poseen diversas funciones y características.
 Las células-madre son importantes para los organismos vivos por muchas razones. En algunos tejidos adultos, tales como la médula ósea, músculo, y cerebro, pequeñas poblaciones definidas de células madre adultas pueden migrar y reemplazar a las células que se pierden en diferentes órganos como resultado de un desgaste normal, por lesiones o enfermedades.
Toda célula madre (sin importar su origen) tiene tres características generales: son capaces de dividirse y de renovarse por períodos largos; son no especializadas; y pueden dar lugar a tipos especializados de célula.
 Existen cuatro tipos de Celulas Madres: una llamada célula madre totipotente puede crecer y formar un organismo completo, tanto los componentes embrionarios (como por ejemplo, las tres capas embrionarias, el linaje germinal y los tejidos que darán lugar al saco vitelino), como los extraembrionarios (como la placenta). La célula madre pluripotente no puede formar un organismo completo, pero puede formar cualquiera otro tipo de célula proveniente de los tres linajes embrionarios (endodermo, ectodermo y mesodermo), así como el germinal y el saco vitelino. Las células madres multipotentes son aquellas que solo pueden generar células de su propia capa o linaje embrionario de origen (por ejemplo: una célula madre mesenquimal de médula ósea, al tener naturaleza mesodérmica, dará origen a células de esa capa como miocitos, adipocitos u osteocitos, entre otras). Las células madres unipotentes pueden formar únicamente un tipo de célula particular.
La célula madre por excelencia es el cigoto, formado cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide. El cigoto es totipotente, es decir, puede dar lugar a todas las células del feto y a la parte embrionaria de la placenta.Conforme el embrión se va desarrollando, sus células van perdiendo esta propiedad (totipotencia) de forma progresiva, llegando a la fase de blástula o blastocisto en la que contiene células pluripotentes (células madre embrionarias) capaces de diferenciarse en cualquier célula del organismo salvo las de la parte embrionaria de la placenta.
Conforme avanza el desarrollo embrionario se forman diferentes poblaciones de células madre con una potencialidad de regenerar tejidos cada vez más restringida y que en la edad adulta se encuentran en "nichos" en algunos tejidos del organismo.

(pulsa en la imagen y amplíala)

 Hace pocos días saltó la noticia de que un grupo de investigadores estadounidenses (El ensayo, dirigido por Shoukhrat Mitalipov, de la prestigiosa OHSU (Oregon Health & Science University ), se publica en Cell.) habrían logrado clonar células-madre embrionarias, hasta la fase de blastocisto, aplicando el procedimiento de transferencia nuclear. (técnica de la oveja Dolly). Su éxito fue de la probabilidad del 1%. De aquí hasta completar la clonación reproductiva queda un arduo trecho de inconvenientes técnicos y éticos. No obstante, constituye un paso notable hacia la medicina regenerativa.
Pulsa en la imagen de abajo para comprender el origen y uso de las células-madre:

(Fuente: Diario El Mundo. Salud. 6-11-2008)

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