lunes, 20 de agosto de 2012

Por un puñado de almendras

A finales de agosto empieza la recoleción de las almendras. Un "fruto seco" (drupa oval formada por tres capas: epicarpo y mesocarpo  que forman la perlaza o piel de color verde aterciopelado, la cual, al madurar el fruto se va secando y se abre por un surco longitudinal; y el endocarpo leñoso, o cáscara, que encierra a la semilla) de notable valor alimentario.
La almendra es una de las semillas con mayor aporte de vitamina E, una vitamina cuya ingesta a menudo está por debajo de lo que sería recomendable y que ejerce un valioso papel antioxidante. 50 g diarios de almendras crudas cubren las necesidades diarias de esta vitamina.
Otro punto destacable es su contenido en fibra. A pesar de su aspecto seco y homogéneo, la almendra posee una cantidad notable de fibra soluble (10%). Es ideal para estimular los movimientos intestinales y para conferir sensación de saciedad.
La almendra es también rica en proteínas (19 g/100 g), cantidad similar a la de la carne. Por ello en las dietas vegetarianas las almendras y los frutos secos en general tienen una gran importancia.
este fruto seco es una de las pocas fuentes de proteínas vegetales que contiene arginina, un aminoácido esencial para los niños.
El contenido en hierro es otra de las virtudes de este deliciosa semilla. Cincuenta gramos de almendras aportan una dosis de hierro muy similar a la de las espinacas, claro que éstas son 30 veces menos calóricas. El magnesio, el fósforo y el manganeso también son otros de los minerales que aporta este fruto seco en cantidades nada despreciables.
Las almendras tienen un 52% de grasas. De ellas dos terceras partes corresponden a ácido oleico. Esto quiere decir que tomar almendras es muy parecido a tomar aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular. Tanto es así que se ha demostrado que en comunidades que se consumen dosis altas de frutos secos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor.
Otro punto a tener en cuenta es su contenido en ácido linoleico (omega-6), ácido graso esencial para el organismo que éste no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta.
* Un compuesto llamado amigdalina es lo que diferencia la almendra amarga (Prunus amygdalus o Prunus dulcis var.amara) de la almendra dulce (Prunus dulcis). En la presencia de agua (hidrólisis), la amigdalina produce glucosa y las sustancias químicas benzaldehídico (da sabor amargo) y ácido cianhídrico (HCN). El HCN, cuyas sales son conocidas como cianuro, es tóxico, y letal (100 gr. de almendras amargas aportan 1 mg de cianuro, gracias a la acción  de la saliva).
En el siguiente vídeo podemos apreciar sus propiedades esenciales:

No hay comentarios:

Publicar un comentario